La Spirulina tiene actividad biológica beneficiosa para la salud, tal y como lo demuestran numerosos estudios. En este artículo, uno de los resultados del proyecto A4HW, Algae Fo Healthy World , financiado por la Agencia Estatal de Investigación a través del Ministerio de Industria, Economía y Competitividad MINECO, en la convocatoria RETOS 2016 y por los Fondos Europeos FEDER, se repasan alguno de los principales.

En las últimas décadas, la ingesta de Spirulina ha aumentado notablemente debido a que se ha podido comprobar que aporta elementos beneficiosos para el organismo: proteínas, vitaminas, sales minerales, carbohidratos, oligoelementos y ácidos grasos esenciales (Al-Qahtani & Binobead, 2018; Memije-Lazaro, et al., 2018; Soni et al,. 2017). Además, es fuente de otros compuestos como betacarotenos, clorofila, ficocianinas, entre otros, que complementan y mejoran la dieta de la mayoría de las personas (Al-Qahtani & Binobead, 2018; Memije-Lazaro, et al., 2018; Soni et al,. 2017).

Diversos estudios han demostrado que la Spirulina tiene un potente poder antiviral, hipocolesterolémico e incluso mejora la salud, aportando energía y una vitalidad más duradera (Gargouri et al., 2016). Mejora la digestión y asimilación de los nutrientes, y eliminación previniendo la diabetes y ayuda a la pérdida de peso (Kurda & Samavati, 2015; Soni et al,. 2017). Además, reduce el estrés, previene la depresión y mejora la memoria y la claridad mental (Kurda & Samavati, 2015; Soni et al,. 2017).

La ficocianina protege a las células vivas del estrés oxidativo debido a su capacidad antioxidante permitiendo que se mantenga en equilibrio el sistema antioxidativo y la producción de especies de oxígeno reactivo (ROS) (Dejsungkranont et al., 2017; Memije-Lazaro, et al., 2018). Con ello, este compuesto tiene efecto contra diversas enfermedades como la aterosclerosis, el Alzheimer, el cáncer, la diabetes mellitus, la artritis, las enfermedades inflamatorias y el proceso de envejecimiento (Dejsungkranont et al., 2017; Memije-Lazaro, et al., 2018; Soni et al,. 2017).

Algunos estudios sugieren que los polisacáridos de esta microalga mejoran la actividad de la enzima del núcleo celular y la síntesis de reparación del ADN (Kurda & Samavati, 2015; Soni et al,. 2017). Además, las propiedades de la Spirulina colaboran con el sistema inmune y actúa como agente anticancerígeno en humanos y animales (Kurda & Samavati, 2015; Soni et al,. 2017).

Los β-carotenos aportan propiedades antiinfecciosas ayudando a la reparación de los tejidos en heridas y quemaduras, y reduce la inflamación en personas que presentan problemas de artritis (Gad et al., 2011; Gargouri et al., 2016; Khalil et al., 2018). Así mismo, disminuye los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares (Gad et al., 2011; Gargouri et al., 2016).

FUENTE:

PROYECTO RETOS PRODUCCIÓN DE BIOCOMPUESTOS SALUDABLES DE MICROALGAS CON APLICACIONES ALIMENTARIAS, AlgaeForHealthyWorld (A4HW), financiado por el MINISTERIO DE ECONOMIA Y COMPETITIVIDAD  y por los FONDOS EUROPEOS FEDER