Los fluidos de corte de metales o lubricantes y refrigerantes se utilizan en industrias manufactureras para mantener la zona de trabajo en un temperatura estable, para lubricar la interfaz de la herramienta de viruta y desechar los restos de corte.

Existen varios tipos de fluidos de corte disponible comercialmente, que incluyen aceite de corte puro, fluidos de corte solubles en agua, fluidos de corte sintéticos y semisintéticos. Los fluidos de corte convencionales tienen aceite mineral como base junto con diferentes aditivos para mejorar el rendimiento. El aceite mineral tiene una biodegradabilidad pobre, por lo que se convierte en una fuente de contaminación ambiental a largo plazo. Un problema importante radica en su eliminación inadecuada, lo que da como resultado la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, la contaminación del aire, la contaminación del suelo y, en consecuencia, la contaminación de los productos agrícolas y de los alimentos. Las formulaciones a base de aceite mineral pueden causar contaminación del agua subterránea hasta 100 años y pueden reducir el crecimiento de las plantas y la vida útil de la vida acuática.

El aceite mineral se obtiene de uno de los recursos finitos del planeta tierra, los combustibles fósiles. Por lo tanto, es necesario adoptar tecnologías sostenibles de diseño de productos. Un producto sostenible debe ser capaz de reponer o reciclar por completo sus materias primas utilizadas para el diseño del producto, después de completar su ciclo de vida. Un fluido de corte tiene muchos aditivos para mejorar su rendimiento junto con aceite mineral y emulsionantes. Estos aditivos son altamente tóxicos para el ecosistema, no son renovables ni biodegradables.

Los científicos y los tribólogos están desarrollando varias alternativas para superar las limitaciones de los fluidos de corte a base de aceite mineral.

El aceite vegetal es un innovador sustituto muy atractivo del aceite mineral debido a sus propiedades renovables, amigables con el medio ambiente, relativamente no tóxicas y fácilmente biodegradables. Los aceites vegetales son los ésteres de glicerol y ácidos grasos. Las ventajas de los aceites vegetales incluyen buena solvencia, alta lubricidad, baja volatilidad y alta capacidad de carga, baja emisión de hidrocarburos, mayor resistencia al fuego y buenas propiedades térmicas.

El proyecto internacional ENVALGRA esta estudiando el desarrollo de una nueva generación de fluidos funcionales respetuosos con el medio ambiente a base de aceite de microalgas modificado con nanomateriales de la familia del grafeno, GFN. La principal innovación del proyecto ENVALGRA es que combinará aceite de microalgas, nanohojas de grafeno (GNS) sintetizadas por exfoliación química y expansión térmica y otros aditivos para desarrollar fluidos funcionales con mejores propiedades tribológicas que los existentes actualmente basados en agua o aceites vegetales o minerales, más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y con un menor riesgo de exposición para los trabajadores.

El proyecto ENVALGRA, enmarcado en la convocatoria internacional M-ERA.NET, está cofinanciado por la Unión Europea a través del FEDER y fondos regionales de cada país participante (como los del Gobierno del Principado de Asturias a través del IDEPA).